BOLCHEVISMO: LA ÚLTIMA RELIGIÓN POLÍTICA GNÓSTICA DE LA MODERNIDAD. UNA GENEALOGÍA DE LA IMPOTENCIA REVOLUCIONARIA.

Autor principal:
Yesurún Moreno (Universidad de Barcelona)
Programa:
Sesión 4, Sesión 4
Día: martes, 23 de julio de 2024
Hora: 09:00 a 10:45
Lugar: ALFONSO X (48)

La presente comunicación tiene, a grandes rasgos, dos objetivos: (I) El primero, tratar de encuadrar el marxismo-leninismo (o bolchevismo) como la última religión política gnóstica de la Modernidad (en sentido enfático). Esta idea está presente en muchos autores tradicionalistas, reaccionarios y conservadores, aunque yo me centraré en las prematuras intuiciones del existencialista ruso Nicolai Berdiaev, el aparato teórico del politólogo Eric Voegelin y las lapidarias conclusiones del filósofo democristiano Augusto del Noce.

(II) El segundo propósito sería ubicar en el tiempo (primer tercio del siglo XX) y en el espacio (Occidente) la caída de dicha religión política. En esta línea, dos son los dispositivos que me parecen más convincentes. Por un lado, (i) la explicación historiográfica de Perry Anderson en sus Consideraciones sobre el marxismo occidental (1979) donde dibuja el paulatino proceso de academización del marxismo en Occidente, así como su correlativa desdialectización. Por otro lado, (ii) la sugerente y, en mi opinión, poco conocida reflexión filosófica del propio Del Noce en la que sostiene firmemente que Gramsci fue el último verdadero marxista y que con él presenciamos el “suicidio de la revolución” o, si se prefiere, la renuncia del marxismo al mesianismo revolucionario profundizando en la crisis nihilista propia de la "agonía de la sociedad opulenta". Partiendo de San Agustín y de Joaquín de Fiore, veremos además someramente cómo aparecen sectas cristianas revolucionarias en el Medievo, centrándonos en los taboritas, Münzer y los anabaptistas, Sabatai sevi y los sabateístas, haciendo un ejercicio de genealogía del frágil, pero incandescente hilo rojo que une esos movimientos con el bolchevismo moderno.

Esta feliz coincidencia (ambos describen de un modo similar el fin del marxismo revolucionario), permite superar los sesgos propios del “marxismo militante” y del “antimarxismo furibundo”, haciendo una lectura conjunta ad intra y ad extra de un fenómeno que convulsionó la historia de las ideas políticas, así como de la praxis revolucionaria. En última instancia, esto podría llevarnos a un tercer objetivo: (III) pergeñar un pequeño esquema de cómo revitalizar el socialismo revolucionario, por la vía de la vuelta a la religiosidad. Tarea, ésta última desde luego nada sencilla...

Palabras clave: Marxismo, Bolchevismo, Gnosticismo, Mesianismo, Modernidad, Secularización, Sectas, Progreso, Cristianismo, Teología Política.