A partir de una reflexión sobre textos donde Michel Foucault aborda el tema de la muerte, esta comunicación tiene como objetivo manifestar, primero, las relaciones de poder que han introducido a la muerte como elemento intrínseco a la vida en sentido biológico y, a la vez, la han expulsado de las relaciones cotidianas convirtiéndolas en un tabú, en el límite externo de los biopoderes organizadores de la existencia desde finales del siglo XVIII hasta hoy. Segundo, analizar las posibilidades de franqueamiento del sentido impuesto a partir de un ejercicio propio de decisión sobre el sentido y el valor de dicho acontecimiento. Para esto, se organiza en cuatro partes: 1) la revisión del proceso de naturalización de la muerte en relación con el surgimiento de la mirada clínica; 2) la dilucidación del papel ambiguo de la muerte en la biopolítica como forma de poder dirigido hacia la vida; 3) el análisis del suicidio -darse la muerte- como resistencia que transgrede el orden social desde una voluntad reflexiva, ética; y 4) el paso hacia una apropiación de la muerte donde cobra relevancia tanto la libertad individual como el acompañamiento de los otros que, en diálogo, construyen posibilidades para la aceptación de que vivir no es, necesariamente, una obligación.