Históricamente, los deportes modernos han contado con un gran protagonismo de cara a generar una identidad nacional específica de muchos países, incluida la extinta Alemania del Este. En el antiguo bloque soviético, desde 1949 se fueron dibujando paralelismos y estableciendo vínculos entre los esfuerzos de las organizaciones obreras socialistas y la consolidación de un Estado socialista asentado en suelo alemán.

Durante los años de posguerra, los dos nuevos Estados alemanes compitieron por crear una nueva identidad nacional alemana. La República Federal Alemana (RFA) buscó sus raíces históricas en la República de Weimar del periodo de entreguerras, mientras que la República Democrática Alemana (RDA) reivindicó una ruptura completa con el militarismo alemán, el autoritarismo, el capitalismo, el racismo y la cultura burguesa. Con este objetivo, las autoridades desarrollaron programas educativos para forjar una nueva identidad socialista. El deporte fue utilizado para difundir el orgullo ciudadano de la nueva nación alemana, y mostrar al mundo que la RDA era “moral y físicamente superior a la decadente y capitalista RFA”.

Ante la imposibilidad de competir con la RFA en ámbitos como la libertad o la economía, a partir del año 1969 el Partido Socialista Unificado (SED) decidió concentrar sus esfuerzos en las disciplinas olímpicas –debido a que suponían un menor coste económico–, relegando al fútbol a un segundo nivel. Esta decisión de apostar por el deporte olímpico y no por el fútbol –el deporte más popular del mundo–, a pesar de sus éxitos, resultó un fracaso en su objetivo político de crear una lealtad en la ciudadanía, hecho que quedó comprobado con el éxodo de sus ciudadanos posterior a la caída del Muro de Berlín en el año 1989.

La presente propuesta de ponencia analizará el uso político del deporte por parte del gobierno de la RDA para fomentar el apoyo del orden político establecido y buscar reconocimiento en Occidente. Al contrario que en otros países occidentales, la historia del deporte fue reconocida como una importante herramienta educativa en este proceso. Los éxitos deportivos se presentaban como la muestra de la superioridad del socialismo. Las clases de educación física se convirtieron en lugares importantes para la educación política e ideológica. Los clubes deportivos proporcionaban oportunidades sociales para la educación política. Asimismo, se explicará el concepto de “Traditionspflege” desarrollado por el gobierno socialista, llegando a crear días festivos en el calendario para conmemorar hazañas deportivas, cuyas ceremonias públicas se usaron con el objetivo de ampliar la conciencia histórica, social, política y socialista del pueblo, dentro de la tradición de los gobiernos totalitarios que desde los años 20 del siglo XX se acercaron a los fenómenos de masas vinculados con los jóvenes y la actividad social de los mismos.