En esta comunicación se analiza el caso francés. Mientras que, como afirma Manolo Alcántara en su libro "El oficio de político" (2012), en España está mal visto que los políticos se formen, en Francia se produce el efecto contrario. En Francia, existe una clara vocación de profesionalizar a la clase política. Para ello, se han creado instituciones académicas de carácter elitista, como el Instituto Universitario de Ciencias Políticas (Science Po) y el ENA (Escuela Nacional de Administración) entre otros,  cuyo objetivo principal es formar a los dirigentes políticos. De esta forma, una gran mayoría de los parlamentarios y miembros del ejecutivo (así como sus asesores), se han formado en estas instituciones. De hecho, se ha convertido en un requisito para poder tener un cargo electivo en cualquier esfera de la vida política francesa. Para analizar empíricamente esta cuestión, se va a comparar la carrera política de cuatro parlamentarios franceses: dos de ellos preparados en estas instituciones, y dos que no lo han hecho.Esto nos permitirá sacar conclusiones sobre los efectos de una práctica de selección de candidatos altamente profesionalizada, y plantearnos una serie de cuestiones en comparación con el caso español.