Después de la transición a la democracia en los comienzo de los años 90, en Rumania siguió el proceso de consolidación democrática, que en nuestra opinión todavía no se terminó.  Una de las condiciones fundamentales de una democracia consolidada es  el estado de derecho y, por consecuencia, la existencia de un poder judicial independiente, funcional y transparente. En el caso de Rumania el poder judicial pasó por una evolución bastante compleja y complicada: en los primeros años después de la transicion el poder judicial se cambió poco y contribuyo en el retraso de la consolidación democrática; en la primera década de los años 2000 el poder judicial, en muchos casos como resultado de la presión de los organismos internacionales como CEDH o Comisión de Venecia, comienzo a actuar como un agente de la consolidación de la democracia. En los últimos años asistimos cada día más a la politización de la justicia cual bajo el eslogan de la lucha anti-corrupción comienzo a realizar abusos y transformarse  en un instrumento de lucha política. Esta ponencia intentara presentar, analizar y explicar estas transformaciones y como el poder judicial influyo sobre el proceso de la consolidación democrática.