Esta ponencia tiene por objeto el problema de la inclusión y de la participación en la esfera pública en el contexto de las luchas por el reconocimiento. El pluralismo político en clave liberal se restringe al ámbito de la política institucional, lo que se muestra insuficiente para afrontar las dificultades. Sus limitaciones son especialmente visibles en el campo de los derechos fundamentales.

La perspectiva deliberativa ofrece, en cambio, un marco teórico idóneo para satisfacer las exigencias de la inclusión, pues considera como elemento central de la democracia la participación de todos los implicados en el proceso de adopción de decisiones. En concreto, el pensamiento de Seyla Benhabib permite justificar la activación del pluralismo no solo en lo relativo a la política formal, sino también en la esfera pública en un sentido amplio, que incluye la resignificación de los valores, prácticas o símbolos o, dicho de otro modo, la esfera cultural.  

Las aportaciones de la autora habilitan una interpretación de los derechos fundamentales que, sin prescindir de la tradición liberal, se haga cargo de la vertiente democrático-participativa. De este modo, las nociones de participación y pluralismo, normalmente confinadas a los límites de la política institucional se prolongan hasta la esfera pública en sentido amplio y, en concreto, hasta las diferentes esferas públicas protegidas por los derechos fundamentales: la educación, las manifestaciones religiosas o el arte. Este planteamiento no agota desde luego, las reivindicaciones de la cultura y del reconocimiento, pero responde a sus exigencias en el ámbito de los derechos.