Abordaremos el tema de las emociones y sentimientos hacia la política y su papel en el comportamiento electoral. Así, usaremos una batería de sentimientos hacia la política utilizada por el CIS en algunas encuestas, y se ampliará los datos con una encuesta propia realizada en el mes de setiembre de 2023.

Partiremos con una perspectiva psicosocial (Escuela de Michigan) sobre el modelo de análisis del comportamiento electoral, cuyos elementos clave son la identificación partidista, que incluye afecto, empatía y afinidad por el partido. También se incluyen factores relacionados con el liderazgo, como las características del líder y variables de evaluación de la campaña electoral (Rivera y Jaráiz, 2016). En este análisis también se han considerado elementos de modelos económicos o enfoques de elección racional (Down). Dicho análisis parte de las decisiones de votación para maximizar los beneficios individuales y minimizar los costos. Las emociones son vistas como una herramienta, una herramienta para lograr algo (Ruiz, Vicente, & Ruiz Vietes, 1998). Brader y Marcus (2013) afirman que hasta la década de 1970 las emociones en política eran ignoradas por falta de confianza. Marcus, Neuman y MacKuen (2017) también coinciden en que en las últimas dos décadas se ha observado un mayor interés académico en el papel de las emociones a la hora de explicar cómo las personas responden a los estímulos políticos en las ciencias políticas y la psicología. Vilas Nogueira (2000) señala que las emociones son entidades con importantes responsabilidades emocionales. A través de sus obras podemos entender que constituyen una categoría importante en la formación de actitudes y comportamientos políticos. Arias Maldonado (2016: 55) distingue entre emoción en sí y emociones duraderas. Puso el ejemplo de que amamos u odiamos a alguien si su presencia despierta determinadas emociones. Entonces nos enfrentaremos a la distinción entre estados y estados de ánimo.

El método empleado para este estudio fue el análisis multivariante. Específicamente, se optó por la realización de un modelo de regresión para el voto a cada uno de los partidos con representación parlamentaria y otro para cada líder concreto. Esto se llevó a cabo con los datos obtenidos de la encuesta post electoral del CIS y una encuesta añadida de 395 personas sobre sentimientos hacia lideres políticos y voto. Previo al análisis del voto a los partidos, se realizó un modelo de regresión lineal para la valoración de los diferentes líderes. Siguió el análisis la regresión lineal sobre la tendencia de voto y el grado de sentimientos positivos o negativos hacia el líder político. Y finalmente se analizó la relación causal entre el efecto se la emoción (positiva o negativa) y la influencia del voto junto con la polaridad política demostrada.

Como resultados se han obtenido que los sentimientos negativos (desconfianza, irritación o aburrimiento) se han mostrado como más potentes a la hora de explicar opciones de voto o posicionamiento de lideres políticos. Mientras que los sentimientos positivos (entusiasmo o compromiso o interés) se han mostrado con me nos peso a la hora de la elección de voto y condicionantes de posicionamiento de liderazgo de los principales representantes políticos.

También en el análisis sobre los sentimientos hacia la política hemos encontrado que el momento actual de polarización política alta genera posiciones más extremas en los sentimientos hacia la política. Donde la relación y la correlación es más significativa y de mayor nivel reflejando posicionamientos más altos ante opciones de voto más mayoritarias (sobre partidos más mayoritarios como el PSOE o el PP).

El modelo de análisis de regresión nos muestra además que la simpatía por el principal partido de la oposición (PP) se encuentra intrínsecamente relacionada con modelo de comprensión dirigidos hacia sentimientos negativos de lideres y posicionamiento político más polarizado.