Europe and the USA: Diagnosis of the Trans-Atlantic Relationship in the Twenty First Century
- Programa:
- Día: viernes, 9 de septiembre de 2011
Hora: 09:00 a 11:30
Lugar: Aula 1.15
El trabajo pretende arrojar luz sobre las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea ante el horizonte perfilado por dos grandes hitos: la llegada al poder de Barack Obama y la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, y en un contexto internacional eminentemente complejo y cambiante: una sociedad internacional regida por diferentes parámetros a los de la Guerra Fría y a los de la Post-Guerra Fría, con una distribución diferente y asimétrica del poder que recibe el nombre de sistema de polaridad compleja -"unipolaridad-multipolaridad"-. Tras la coyuntura bipolar de la Guerra fría, el centro de gravedad de los asuntos mundiales ha pasado del Atlántico a Asia-Pacífico (Kissinger). Hoy en día, aún se mantiene una preeminencia y superioridad militar de EEUU, si bien cabe señalar una serie de potencias emergentes como China, la UE, Japón, así como algunos países en rápido desarrollo (por ejemplo, Brasil, Rusia y la India). La llegada al poder de Obama creó un sinfín de esperanzas, así como numerosos interrogantes acerca de los cambios que se llevarían a cabo en la política exterior frente a la línea seguida por la Administración Bush. En su discurso de toma de posesión, el presidente Obama subrayaba que la nueva Administración de EEUU debería poner todos sus esfuerzos, amén de amenazas regionales de primera magnitud como Rusia, China e Irán, en liderar los desafíos globales para su seguridad nacional y para el mantenimiento del sistema internacional: (1) la Guerra Global contra el Terrorismo, con la pacificación de Afganistán como principal prioridad, junto a otros escenarios como el Sahel y el Cuerno de África; (2) la proliferación de armas de destrucción masiva, evitando que lleguen a manos de organizaciones terroristas, pero también que Estados como Irán o Corea del Norte desarrollen programas de armamento nuclear, además de los acuerdos de desarme START con Rusia, el Tratado de No Proliferación y la sanción final del tratado CTBT); y (3) el cambio climático, que reclama el desarrollo de energías alternativas en aras de reducir la dependencia de las exportaciones de petróleo. En este escenario, la Comisión Europea ha afirmado de forma reiterada que la Unión Europea y los Estados Unidos de América comparten intereses comunes en la promoción de la paz y la estabilidad, así como estrechos lazos de seguridad. Ciertamente, en la Estrategia Europea de Seguridad, la "relación transatlántica" se configura como un elemento clave del sistema internacional y hace especial hincapié en que los Estados Unidos y la Unión Europea pueden constituirse en una fuerza invencible a favor del bien mundial y, en este sentido, debería existir una colaboración equilibrada y efectiva entre ambos. Por su parte, la Estrategia de Seguridad Nacional americana propugna la necesidad de favorecer "sustained co-operation of its allies and friends in Canada and Europe" y describe Europa como "the seat of two of the strongest and most able international institutions in the world".
En suma, a través de nuestra investigación, pretendemos examinar la relación transatlántica en la nueva centuria haciendo particular hincapié en los hitos que han jalonado la misma, el marco institucional establecido para la consecución de los objetivos establecidos, así como una especial consideración a la Alianza Atlántica y a la Política Exterior y de Seguridad Común en la UE tras la aprobación del Tratado de Lisboa.
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