Es posible entender la evaluación de las políticas públicas como un campo de investigación social cuya función principal radica en valorar la bondad y utilidad de las intervenciones públicas. Supone una herramienta de concertación social y dinamización de todos los agentes implicados en las políticas públicas, desde el momento mismo de su planificación y diseño, ejecución, resultados e impactos. 

Resulta crucial la participación real y activa de todos los actores, muy especialmente la participación de la población beneficiaria de la intervención. Es de esta manera como se produce un acercamiento cierto al escenario socioeconómico en cuestión, alcanzando una visión integral y detallada del objeto de análisis.

Disponer así, en definitiva, a través de una efectiva evaluación holística, de estrategias que se conformen de abajo arriba y no vengan impuestas de arriba abajo.