El término femócrata surgió en el siglo pasado en Australia en un contexto peyorativo para designar a mujeres feministas que ocupaban cargos técnicos (o políticos) en los gobiernos y se distanciaban, por tanto, de otras formas de lucha feminista más sociales. El concepto hacía referencia a su “burocratización” que se entendía como no deseable. Ha pasado mucho tiempo desde entonces y en nuestro contexto se ha ido consolidando una figura técnica especializada y formada en igualdad, dejando atrás momentos, no muy lejanos, en los que las políticas de igualdad se impulsaban desde el desconocimiento y dependían de la intuición y la voluntad técnica de personas concretas.

Las técnicas de igualdad se han convertido, así, en actoras imprescindibles y reconocidas en las políticas de igualdad. Sin embargo, sus funciones chocan a menudo con las formas tradicionales de funcionamiento de las administraciones públicas y, han sido, en muchos casos, pioneras en soñar y ensayar nuevas formas de acción. En los últimos años, fundamentalmente en el ámbito local, muchas de estas profesionales han visto como su consolidación profesional corría paralela a una reducción de sus posibilidades de actuación en materia de igualdad, como consecuencia de diferentes factores, entre ellos, una ampliación de funciones a otros ámbitos de actuación, una burocratización excesiva de sus tareas, etc.

Esta comunicación pretende acercase a esta situación en la medida en que supone un nuevo obstáculo o resistencia al desarrollo y consolidación de las políticas de igualdad. La comunicación incluirá una reflexión teórica al respecto y los primeros resultados de una investigación de tipo exploratorio en el contexto del ámbito local de la Comunidad Autónoma del País Vasco.