Los escasos avances desde 2005 en la resolución política de la cuestión del Sahara Occidental bajo los auspicios de Naciones Unidas han generado, además de frustración, cansancio y desesperanza entre la población, nuevas dinámicas sociales y políticas de profundo calado. El principal es el protagonismo de la contestación política en los territorios ocupados. Pero otro fenómeno, menos visibilizado, es la creciente implicación de saharauis étnicos del sur de Marruecos en las movilizaciones políticas de carácter nacionalista e independentista que han desbordado el territorio de la ex colonia española, afectando a las regiones del sur de Marruecos. Esto pone en primer plano la no coincidencia del “territorio de la nación”, donde hay población saharaui y acción colectiva con objetivos políticos, con el “territorio de la excolonia”, que es reclamado como base territorial de un estado saharaui independiente, ni con el “territorio reconfigurado por el ocupante”, las regiones que deberían tener un próximo régimen de autonomía. Una situación que interroga a los activistas, al movimiento de liberación nacional y al estado marroquí.