Institución imaginaria y autonomía: una lectura de Castoriadis en clave posfundacional

Autor principal:
David Sánchez Piñeiro (Universidad de Oviedo)
Programa:
Sesión 5, Sesión 5
Día: martes, 23 de julio de 2024
Hora: 11:00 a 12:45
Lugar: PEREGRINOS (25)

El desarrollo de una lectura de la obra de Cornelius Castoriadis (1922-1997) en clave posfundacional tropieza con dos importantes dificultades intelectuales: en primer lugar, su antiheideggerianismo radical –Castoriadis acusa a la filosofía de Heidegger de ignorar el psicoanálisis, la sexualidad, la sociedad, el poder y la política– es difícilmente compatible con la genealogía teórica heideggeriana que comparten, según Oliver Marchart, autores posfundacionales como Laclau, Lefort, Badiou o Nancy (El pensamiento político posfundacional); en segundo lugar, Castoriadis mantiene una posición crítica y beligerante hacia el posmodernismo y la deconstrucción justificada por su naturaleza “ecléctica” y “nihilista”. A pesar de ello, la filosofía de Castoriadis puede ser leída en clave posfundacional, principalmente en la medida en que presenta una ontología del sentido que otorga un lugar central a la “institución imaginaria” de “lo histórico-social” por parte de los seres humanos. Así, defiende que “el único ‘problema’ que la institución de la sociedad debe resolver siempre y en todas partes (...) es el ‘problema’ del sentido: crear un mundo (...) investido de significación” (Hecho y por hacer). Castoriadis considera que “si la ley es otorgada por Dios o si hay un ‘fundamento’ filosófico o científico de verdades políticas sustantivas (si la Naturaleza, la Razón o la Historia representan el ‘principio’ último), entonces existe para la sociedad una norma extra-social. Existe una norma de la norma, una ley de la ley, un criterio en virtud del cual se hace posible discutir y decidir el carácter justo o injusto, apropiado o inapropiado de una ley particular (o del estado de cosas). Este criterio está dado de una vez por todas y ex hypothesi no depende en modo alguno de la acción humana" (“La polis griega y la creación de la democracia”).

En la obra de Castoriadis aparece una distinción central entre una institución autónoma de la sociedad, vinculada a la verdadera política y a la democracia, y una institución heterónoma, que sería una institución de tipo fundacional vinculada a instancias metafísicas o trascendentes. El movimiento emancipatorio a favor de la autonomía (individual y colectiva) se origina históricamente en la antigua Grecia con el nacimiento conjunto y entrelazado de la filosofía y de la democracia. La primera lleva a cabo un cuestionamiento de los idola tribu, de las representaciones establecidas en el interior de la colectividad, y la segunda efectúa un cuestionamiento análogo de las instituciones políticas existentes. Tras varios siglos de eclipse, la autonomía vuelve a resurgir con fuerza en la historia –aunque bajo modalidades diferentes– en el periodo de las revoluciones democráticas modernas y posteriormente vinculada al movimiento obrero. Ya en décadas más recientes, Castoriadis valora positivamente las contribuciones de “los movimientos de los sesenta” (mujeres, juventud, ecología) al proyecto de autonomía. A pesar de todo ello, sigue considerando, con un tono marcadamente pesimista, que las sociedades neoliberales contemporáneas no merecen el calificativo de “democráticas”, sino que en el mejor de los casos representan “oligarquías liberales” en las que la lógica capitalista se impone y prevalece sobre la lógica emancipatoria de la autonomía, cuya relevancia política disminuye progresivamente.   

Palabras clave: Castoriadis, autonomía, posfundacionalismo, heteronomía, emancipación