La presentación que aquí se propone quiere mostrar como el Estado italiano, no reconociendo las especificidades de la experiencia de  violencia y la particular vulnerabilidad de determinados colectivos y grupos, tenga dificultades en garantizar una legislación sobre violencias de género no-sexista, homófoba y racista.   

De hecho, a través un análisis sociológica y proponiendo un utilizo amplio del concepto de violencias de género, que supere el binarismo hombre/mujer, masculino/femenino, se ha detectado como la ausencia de un enfoque interseccional en la legislación analizada, juntamente con una definición estrecha de lo que es violencia, reproduce y perpetúa instrumentalmente numerosas discriminaciones contra colectivos  específicos (jóvenes, las personas LGTB, las personas con diversidad funcional, las y los inmigrantes, entre otros). 

Los resultados que se quieren presentar son el fruto del proyecto de investigación-acción Gap Work, financiado por la Unión Europea, que tiene el objetivo de hacer frente a las violencias de género hacia/entre personas jóvenes de Italia, Irlanda, España y el Reino Unido.