A través de esta comunicación vamos a profundizar en la situación y las características de las personas sin hogar residentes en el territorio histórico de Bizkaia, haciendo especial hincapié en el impacto de la crisis económica y en cómo ésta está afectando tanto a los procesos de inserción de las personas sin hogar como a las políticas públicas que se han desarrollado hasta la actualidad desde el ámbito local y regional. En el País Vasco la competencia en esta materia corresponde a los Ayuntamientos de más de 20.000 habitantes y de forma subsidiaria a las Diputaciones Forales de cada territorio histórico. Aunque, como podrá verse a lo largo de la comunicación, la diferente interpretación de la normativa que realizan las instituciones implicadas ha hecho que frecuentemente este ámbito se haya convertido en un espacio para la confrontación interinstitucional entre Ayuntamientos y Diputación Foral. Con respecto a la metodología, para la obtención de la información analizada en esta comunicación se han llevado a cabo diferentes técnicas de carácter cualitativo. En primer lugar, se han realizado trece entrevistas en profundidad a personas directamente implicadas en el ámbito del sinhogarismo, como por ejemplo representantes de entidades y centros sociales o responsables institucionales. Posteriormente se han efectuado dos grupos de discusión, con el objetivo de reforzar, testa y matizar la información y las conclusiones obtenidas a través de las entrevistas. En cuanto a los resultados es destacable que aunque se mantienen pautas y tendencias previas a la crisis, ésta ha influido en el colectivo de personas sin hogar tanto en términos cuantitativos como cualitativos. En el primero de los casos es destacable que se ha dado un importante aumento del colectivo, no tanto por un aumento de las personas integradas que descienden a situaciones de exclusión social severa, como por personas que estaban transitando por procesos de inserción más o menos exitosos y que recaen en el sinhogarismo. En segundo lugar, y unido al punto anterior, puede subrayarse que se está dando un alargamiento en el tiempo tanto de las situaciones de exclusión social más severas como de los procesos de incorporación social. Esta dinámica está incidiendo en un mayor deterioro de las personas sin hogar y puede explicarse con base en dos factores. Por un lado, se está dando un cuello de botella en los procesos de inserción, debido sobre todo al hundimiento del empleo precario, que era una de las principales herramientas para la obtención de una integración más o menos precaria. Por el toro lado, algunos cambios en la normativa que regula este ámbito y la reducción de ciertas ayudas económicas han incidido también en el citado empeoramiento de la situación y el alargamiento de los procesos de inserción. De todos los colectivos analizados en este trabajo el inmigrante es el que está sufriendo la crisis en mayor medida, ya que era el que tenía más facilidades para acceder al empleo en el periodo previo a la crisis y además gran parte de los cambios normativos en las prestaciones sociales les ha afectado sobremanera. En un escenario, como éste, de más por menos, de mayores necesidades y atención con menos recursos económicos y personales, urge replantear la atención a las personas sin hogar a nivel local, fomentando la coordinación institucional para poder optimizar los recursos limitados de la actualidad y a la vez en el plano de la atención exige de una atención especializada e individualizada que va frecuentemente en contra de las políticas generalistas que se han llevado hasta la actualidad.