La supremacía civil sobre las fuerzas armadas es uno de los objetivos fundamentales que se persiguen durante los procesos de transición democrática desde regímenes autoritarios. En este sentido, varios autores han afirmado que la transformación de la mentalidad militar es un requisito indispensable para afianzar la subordinación de los ejércitos. Tomando esta tesis como punto de partida, el objetivo analítico de esta comunicación es determinar la influencia que la enseñanza castrense ejerce en dicha transformación. Así como su repercusión en las relaciones civiles-militares durante el período de consolidación democrática.

Este análisis se basa en un modelo de transición militar, el español, en el que la problemática principal del gobierno democrático frente a las fuerzas armadas es la de su profesionalización, subordinación e incorporación de civiles en el sector de la Defensa. Todo ello con el fin de convertir a la institución armada en una administración más del Estado democrático, y a sus miembros en funcionarios al servicio del gobierno democráticamente elegido y de la sociedad a la que pertenecen. La hipótesis de la que parte esta investigación es que, para lograr estos objetivos, la equiparación de los planes de enseñanza militar a los de la esfera civil, así como la creación de una política de Defensa democrática que facilite la implementación del liderazgo civil son instrumentos esenciales.

Sin embargo, una de las fases durante la democratización de las fuerzas armadas en la que éstas pueden mostrar una importante resistencia, llegando incluso a “neutralizar” o paralizar la transición militar, es el control de sus procesos formativos. La formación en las academias representa una herramienta fundamental para el control ideológico de los militares, y las reacciones que su reforma genera dentro de las filas del Ejército pueden ser un importante indicador de corporativismo militar.

Por esta razón, y como se ha afirmado en recientes estudios, los objetivos que se han de cumplir para la consolidación democrática de las fuerzas armadas deben actuar en dos dimensiones. Por un lado, pensar en el militar como ciudadano y, por otro, hacerlo desde un punto de vista profesional. Si durante el proceso de transición militar no se tienen en cuenta estos parámetros, los militares pueden representar un importante obstáculo en la consolidación del mismo. Hecho que nos induce a pensar que, dada su repercusión en la transformación de la mentalidad militar y a su influencia en ambas dimensiones, el éxito de la reforma de la enseñanza militar determina en gran medida la consolidación democrática de las fuerzas armadas.