En un mundo en el que parece que las democracias liberales están siendo cuestionadas desde distintas posiciones políticas, el populismo se postula como una alternativa. No obstante, ¿es capaz la teoría populista de fundamentar valores para la acción?

El primer problema que aparece a la hora de responder a esta cuestión es la relativa al carácter polémico del término populismo como concepto político (contested political concepts), lo cual desemboca en una infinidad de definiciones de “populismo” (Taggart, 2000; Canovan, 1981). Sin embargo, tomando como referencia para la discusión en el caso español la irrupción de Podemos en el sistema de partidos español, debemos acotar esta pluralidad de significados al trabajo intelectual de E. Laclau y C. Mouffe.

la necesidad de que cualquier acción política, por estratégica que esta sea, deba estar respaldada por unos valores que la motiven, legitimen y den sentido; nos lleva a preguntarnos si este enfoque postestructuralista es capaz de proveer, aunque sea de forma precaria y contingente, asideros para que la elección de estos valores no sea meramente arbitraria. En otras palabras, se trata de pensar si la teoría de Laclau y Mouffe tiene consecuencias postfundacionalistas o antifundacionalistas. Esta ponencia sostendrá que nos encontramos ante la segunda situación y presentará brevemente algunas alternativas que, aun respetando la contingencia, permitan evitar el decisionismo político.