Desde la recuperación post-pandemia, América Latina parece haber entrado en un nuevo ciclo político diferente a los anteriores. Del conocido como “giro a la izquierda” de finales de los 1990’s hasta mediados de los 2010’s se pasó al menos homogéneo “giro a la derecha” (2015 en adelante), y desde la irrupción de la COVID-19 (2020-2022) parece haberse instaurado una suerte de “giro a la oposición”, acompañado de otros fenómenos que o bien ya venían gestándose o que han surgido en los últimos años. Desde 2018 solamente el oficialismo paraguayo ha ganado unas elecciones, si excluimos los casos no democráticos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. En ese contexto de aparente hostilidad para los oficialismos, nuevas fuerzas han accedido al ejercicio del poder. A modo de ejemplo, por primera vez gobiernan fuerzas de izquierda en Honduras, Colombia y México, outsiders en Costa Rica y El Salvador, y el sistema de partidos chileno se ha reconfigurado en pleno proceso constituyente. Asimismo, en los últimos años se han consolidado casos de autocratización en América Central (Honduras, El Salvador, Guatemala, además de Nicaragua), mientras que en otros países se ha puesto freno a ese proceso (Brasil), y en otros parece cronificarse la inestabilidad política (Perú y el caso extremo de Haití), o comenzar un nuevo ciclo de protestas (Panamá). Todos estos procesos han ido en paralelo a otros dos. En primer lugar, el aumento de la inseguridad y el rol del narcotráfico en países donde hasta ahora eran más bien ajenos a estas problemáticas (Ecuador, Chile, Argentina, Uruguay). Cómo lidiar con los temas de inseguridad, narcotráfico y otras redes criminales ha entrado en las agendas políticas de numerosos países (El Salvador es quizá el caso más destacado). En segundo lugar, la polarización como estrategia política en una región marcada por el populismo parece avanzar en los discursos y prácticas de numerosos actores políticos, desde Argentina y Bolivia hasta Brasil y El Salvador. Este grupo de trabajo tiene como objetivo poner en discusión trabajos que analicen con evidencias empíricas todos estos fenómenos recientes, aunque de larga data en la región latinoamericana. Por consiguiente, son bienvenidas aquellas ponencias que aborden las dinámicas políticas que se han venido dando en la región en los últimos años, desde la erosión democrática, el giro a la oposición, las políticas de mano dura y la polarización.