¿La reestatización de lo nacional hacia el interior del Estado como lo plantean algunos teóricos de la globalización y el neoliberalismo, como resultado de la desestatización de la economía y la política, vaticinan  una transformación estructural del Estado-nación cuyos efectos más evidentes se materializan en las políticas migratorias de las principales democracias capitalistas europeas? De ser así, ¿Nos encontramos entonces en una acelerada descorporatización del Estado donde y por un lado, los países que conforman la UE transitan hacia nuevas formas de gobernanzas donde los denominados Estados “periféricos” asumen las tareas de, ya no solamente ser proveedores de  materias primas y mercancías de consumo, sino y a bajo lo que llamamos el nuevo paradigma de la seguridad policial? Este artículo intenta desgranar algunos elementos claves por los cuales la Unión Europea ha emprendido un gradual giro hacia la des y re-localización de seguridad policial, como mecanismo para la gestión de los flujos migratorios que intentan ingresar a la UE, a partir de lo que denominamos el modelo Harvey-Sassen, para la  gestión de los flujos migratorios.