En el Acuerdo de Paz de Colombia firmado en 2016 por el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP se establecía, entre otros aspectos, un punto relativo a la centralidad que iban a ocupar las víctimas del conflicto armado durante el proceso de paz. En este punto se recogía la constitución de un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición para conformar una justicia transicional en Colombia que garantice los derechos de las víctimas a través de tres nuevas instituciones: la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad; la Jurisdicción Especial para la Paz; y la Unidad para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas.

Las organizaciones feministas y de mujeres, por su parte, llevan, al menos, desde la década de 1990 construyendo paz(es) y resistiendo a las violencias que ha generado el conflicto armado a través de su organización y juntanza. En esta comunicación, vamos a analizar el papel que han tenido estas organizaciones en el impulso, participación y seguimiento de estas entidades en el actual contexto de construcción de paz en Colombia. La intención es destacar los aportes innovadores, así como las críticas, que han incorporado las instituciones del Sistema Integral gracias a la incidencia política y el trabajo colectivo desarrollado por las organizaciones de mujeres y feministas.