El auge de la política-pop (G. Mazzoleni) o de movimientos neo-populistas ha puesto de relieve una transformación emocional de la política. No obstante, la incitación emocional en los procesos de comunicación política no se limita a la apelación en los contenidos de la comunicación a los sentimientos (como cuando se recurre a factores de pertenencia o se incita al odio, por ejemplo), sino que se deriva también de los procesos psicosociales que han venido conjugándose con la extensión de los medios de comunicación de masas. La propuesta se plantea indagar en dos de esos procesos psicosociales, planteados nítidamente en la teoría de Edgar Morin sobre la comunicación de masas: los procesos de identificación y proyección. Edgar Morin reformuló estas dos categorías de impronta psicoanalítica para explicar la relación emocional que establecemos con los medios y que -como creemos demostrar en la contribución- han inundado la comunicación política.