~~Los servicios relacionados con el agua (abastecimiento y saneamiento) constituyen monopolios naturales que sirven para satisfacer un derecho humano. En este sentido, el 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento.
El sector urbano del agua es un sector complejo, y apasionante a la vez, que en sí mismo representa un reto, ya que nos encontramos en un país con una evidente escasez hídrica que, ya desde el siglo XIX, obliga a planificar los recursos hídricos.
Los servicios del agua son de competencia municipal, conforme a la Ley Reguladora de Bases del Régimen Local, sin menoscabo de las competencias que pueden ejercer otras autoridades en determinadas fases del ciclo del agua. España cuenta con 8.125 municipios y la gestión del agua esté distribuida en más de 2.000 servicios independientes.
En España hay 4 modelos de gestión de los servicios del agua, con un equilibrio entre la participación pública y la privada.
Las tarifas de agua en España son tantas como servicios existen, aunque mantienen el criterio común de ser binómicas (presentan un componente fijo que, en general, depende del diámetro de la acometida y otro variable, que es proporcional al consumo) y progresivas, ya que presenta precios crecientes según bloques de consumo sucesivos. La tarifa del agua en España se caracteriza por su heterogeneidad, tanto en la estructura tarifaria como en la diferencia de precio en cada servicio.
Además de esta profusión de servicios del agua, de los diferentes modelos de gestión y de las diferencias en el precio del agua, hay que considerar la extensa legislación que conforma el marco normativo del agua en España: normativa europea, nacional autonómica.
Los principales retos a los que se enfrenta el sector son el estado y la edad de las infraestructuras del agua, progresos significativos en la “recuperación de costes”, que debe incluir no sólo los costes de operación, sino también los de mantenimiento y renovación, y la necesidad de un organismo regulador independiente de los servicios del agua para lograr una buena gobernanza del agua.