La comunicación propone una discusión sobre los aspectos valiosos de las lenguas, a partir de los cuales podemos discutir sobre los intereses de los hablantes y sus derechos. Para empezar explicaré brevemente las tres descripciones del valor de las lenguas: como medios de comunicación, como patrimonio cultural y como señas de identidad. En segundo lugar, centraré la exposición en la visión de las lenguas como marcador identitario, sin la cual no se explica la significación política que cobran las lenguas, así como los conflictos y divisiones políticas que se generan en torno a ellas en sociedades plurilingües. Para ello exploraré las complejas relaciones entre lengua e identidad con objeto de examinar el uso de la primera al servicio de las políticas identitarias. El problema de fondo que quisiera discutir en esta comunicación es si la concepción de las lenguas como señas de identidad no distorsiona irremediablemente las discusiones sobre política lingüística y la regulación de los derechos de los hablantes en una sociedad democrática y plural