En los últimos tiempos Oriente Próximo asiste a una reorganización sustancial de las alianzas y equilibrios de poder. La progresiva salida de EEUU de la zona ha provocado que los países árabes emprendan la búsqueda de nuevos marcos alternativos para garantizar la seguridad mutua. Fruto de ello encontramos acuerdos o alianzas que hace décadas hubieran podido parecer prácticamente impensables, como los Acuerdos de Abraham, o el histórico acuerdo de marzo de 2023 entre Irán y Arabia Saudí, las dos mayores potencias de la zona que han estado tradicionalmente enfrentadas. El acuerdo acaba con años de ruptura diplomática, y pretende sentar las bases de un nuevo marco de relaciones entre las partes. Como telón de fondo a dicho acuerdo encontramos a China, que en el marco de la política exterior asertiva que viene implementando desde la llegada al poder de Xi Jinping en el año 2012, se ha posicionado como mediador fundamental para posibilitar la reconciliación (al menos parcial) de las dos grandes potencias de la zona.

En esta ponencia vamos a analizar cuál es la importancia que la región de Oriente Próximo tiene para China en su posición de potencia contendiente a la hegemonía mundial de EEUU, nos centraremos en la presencia que está adquiriendo en la región desde el año 2012, y también en el impacto del gigante asiático a la hora de configurar el equilibrio de poder regional entre Irán y Arabia Saudí.