El panorama político luso ha cambiado tras la entrada de la formación liderada por André Ventura. Este cambio, coetáneo en el tiempo con la irrupción de Vox en las Cortes españolas, supone una transformación cualitativa del sistema de partidos. De este modo, se consuma una apertura hacia una polarización de su espectro derecho hasta aquel momento ocupada por formaciones minoritarias sin apenas alguna presencial institucional.  

En el caso de la formación que nos ocupa, presenta relevancia dado que los partidos de extrema derecha han demostrado una notable capacidad de adaptación, así como de influencia dentro de los sistemas de partidos en los que han obtenido representación. De hecho, han disfrutado de una desproporcionada influencia en relación con los resultados y escaños obtenidos. La capacidad de polarizar los discursos y determinar las agendas es un elemento que justifica la relevancia de la entrada de este tipo de fuerzas dentro de las cámaras legislativas. 

En el caso luso, destaca un modelo comunicativo que busca de manera deliberada una polarización con todos los demás elementos del sistema como seña de identidad e instrumento para disputar la relevancia a los partidos establecidos.  Cabe señalar que su líder, y por el momento principal activo político, ha desarrollado un discurso en los marcos de la antipolítica, con un contenido antielitista de acuerdo con un modelo de populismo contencioso, este modelo ha contagiado a toda la organización. De este modo, se ha transmitido una forma de comunicación extremadamente polarizante que provoca la reacción de las demás formaciones. Desde el punto de vista personal, esta estrategia ha retribuido un éxito constante a la formación. Ventura quedo tercero en las elecciones presidenciales de 2021 con prácticamente un 12% de los votos. Asimismo, e las elecciones parlamentarias de 2019 se estrenó con un diputado, el mismo Ventura, para alcanzar los 12 escaños en los comicios anticipados de 2022, ahora la incógnita estriba en si podrá mantener esa progresión en la nueva cita electoral anticipada.  

En este sentido, la polarizción ha sido la baza de la formación de extrema derecha. Sin embargo, las formaciones de derecha tradicional, ante el riesgo de necesitar de socio a Chega han formalizado una candidatura conjunta. Esto no sólo puede ocluir el progreso de la formación en términos cuantitativos, sino también cualitativos: ser parte del futuro ejecutivo nacional. En estos términos se aprecia que los partidos tradicionales han reaccionado a la estrategia de Chega con la formación de una etiqueta electoral que promete maximizar los sufragios conservadores con el objetivo de desalojar al PS del poder y arrebatarle la mayoría absoluta obtenida por Antonio Costa en 2022.  

En todo caso, el nuevo adelanto electoral es otra oportunidad para que Chega despliegue sus estrategias de polarización y los partidos a su costado intenten evitar que ello sea decisivo ante la posibilidad de conformar un gobierno alternativo al actual.