El paper pretende demostrar que la explicación de la integración europea se encuentra en la economía política internacional. Es decir, que las dinámicas europeas no han sido suficientes para liderar la integración y han fallado cuando les ha faltado impulso internacional. Sobre la base de estas “oportunidades no ocurridas” - siendo éstas bloqueos y fracasos-, la metodología de la historia contrafactual arroja luz sobre tres hipótesis principales derivadas de la historia global, archivos y entrevistas.

Desde 1945 hasta la década de 1960, el poder estructural estadounidense -en sus tres dimensiones: productiva, monetaria y defensiva (Strange 1988)- sentó las bases para el mercado interior. A partir de la década de 1960, cuando Estados Unidos perdió su poder estructural productivo y monetario, la competencia económica transatlántica alentó la profundización del mercado interior y el desarrollo de políticas derivadas. Finalmente, el fin de la Guerra Fría, del poder estructural militar estadounidense y la competencia política con Estados Unidos permitieron el desarrollo de una unión política europea, especialmente de los dos últimos pilares (JAI y PESC), y las últimas olas de expansión. Este marco teórico también puede explicar los eventos actuales como por ejemplo el Brexit - las condiciones internacionales su “membresía” desapareciendo - y el resurgimiento de la política de defensa tras el anuncio de Trump de un retiro estadounidense de la OTAN.