En España existe un fuerte debate en relación a su crisis política e institucional que, entre otras cosas, encuentra su origen en la constatación de los límites de la actual configuración del Estado de las Autonomías tras más de tres décadas de experiencia constitucional. A ojos de los autores de esta comunicación los dos grandes ejes que articulan ese debate discurren por dos dimensiones básicas de la construcción colectiva de un orden social: la económica y la identitaria. La comunicación, desde esta perspectiva, se centra en la necesidad que tiene nuestro país de dar conveniente y adecuada respuesta a estos dos focos de tensión. Una respuesta que no puede satisfacerse mediante respuestas de parte de tipo maximalista ya sean de viejo sabor recentralizador o de no menos viejo sabor independista, sino que ha de encontrarse en el camino intermedio de tinte federalista. Ahora bien, debemos indagar en las posibilidades de un federalismo de nuevo cuño para nuestro país que no caiga en antiguos vicios ni se presente como inservible para resolver los problemas de fondo que nos atenazan: cómo distribuir justamente la financiación de nuestros territorios o comunidades y cómo fortalecer nuestras identidades sin menoscabar ninguna de las existentes. A partir de las propuestas teóricas más actuales en la materia, la comunicación pretende aportar una propuesta en la línea apuntada.