El recurso a herramientas de planificación y otras fuentes de verificación que ayuden a identificar y evaluar zonas prioritarias de cooperación resulta cada vez más importante para una mejor definición de las estrategias de acción. Desde esta premisa, nuestro análisis se centra en tratar de delimitar qué tipo de indicadores son más adecuados para este fin. La información que estos instrumentos aportan facilitará la creación de un listado que ordene las zonas que requieran ayuda y presenten mayores necesidades, primando e impulsando acciones de cooperación en las mismas y focalizando esfuerzos y recursos.

Una de las mayores dificultades de la cooperación al desarrollo es la de identificar dónde es urgente intervenir y cómo empezar a hacerlo. Esto es, la priorización de las zonas debe ir acompañada de la priorización de las acciones, de tal modo que se optimicen los recursos a las singularidades tanto sectoriales como geográficas de las zonas identificadas como prioritarias. Desde esta perspectiva, este tipo de planificación estratégica se perfila como instrumento del desarrollo, puesto que la diagnosis de los problemas e identificación de necesidades de cada zona facilitará la adecuación de las acciones, quedando garantizado el impacto positivo de las mismas, al tiempo que la eficiencia de las organizaciones se verá incrementada sustancialmente.