En febrero de 2024 se producirá el décimo aniversario del derrocamiento del presidente ucraniano Víktor Yanukóvich por un movimiento de protesta conocido como el Maidán, cuya naturaleza todavía genera debate. Con independencia de su carácter el calado de sus implicaciones en el devenir histórico de Ucrania y el continente europeo es indudable. Un mes después del cambio de gobierno en Kiev, Rusia ocupó y anexionó Crimea, iniciándose semanas después la Guerra del Donbass. La misma permanecería activa, si bien en un estado de baja intensidad tras el acuerdo de alto el fuego a inicios de 2015, hasta la invasión rusa de Ucrania iniciada el 24 de febrero de 2022. Cuando los historiadores del futuro miren al pasado los últimos diez años resultarán claves para analizar la construcción del estado ucraniano, la consolidación de su régimen político y su inserción internacional. Pero también será necesario acudir a este mismo periodo para investigar procesos de cambio estructural multinivel en las relaciones internacionales que afectan, por citar los más aparentes, a las relaciones entre la Federación Rusa y Occidente (los Estados Unidos y la Unión Europea), las propias relaciones transatlánticas, aquellas que rigen entre Moscú y las exrepúblicas soviéticas, así como a la evolución de la contienda global entre los Estados Unidos y China. Este grupo de trabajo acepta investigaciones que aborden las consecuencias del Maidán y el conflicto ucraniano tanto a nivel interno de Ucrania como en el terreno internacional.