El proceso de secularización, que afecta especialmente a Europa durante el siglo XX extiende en la literatura la idea de que la religión ha dejado de ser un factor determinante en el voto. La laicización a su vez tiene un reflejo en la política contemporánea, ya que los partidos cada vez hacen menos referencia a temas religiosos. Sin embargo, los debates políticos siguen en buena medida centrados en temas morales, como por ejemplo el llamado “derecho a la vida” o específicamente religiosos, como la educación laica.

España e Italia son dos países tradicionalmente católicos cuyos indicadores religiosos han mostrado en las últimas décadas una tendencia negativa, especialmente apuntada en España. Probablemente debido a ello, los partidos de izquierdas en ambos países han insertado temas en el debate políticoque hunden sus raíces en valores morales tradicionalmente relacionados con el catolicismo. Con el fin de “activar” dichas identidades y reflejarlas en el voto, los ejecutivos de Zapatero y Prodi, respectivamente, promovieron reformas legales para aprobar el cambio legislativo que permitiera el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2005, o para reformar la figura de las parejas de hecho en 2006.

El objetivo de este paper es el de ofrecer un modelo del voto religioso que trata de superar algunas de las lagunas existentes en la literatura del comportamiento electoral. Para ello, hace uso de diferentes variables religiosas y también actitudinales, presentando especial atención al papel activo que juegan las élites en este proceso de activación de divisiones sociales. Con ello pretende analizar si efectivamente el voto religioso es un fenómeno que tiende a su extinción o si por el contrario su vitalidad depende del contexto y del uso que los actores políticos hagan de él.

Nota: Este paper forma parte de una investigación más amplia en la que estoy trabajando para mi tesis “El voto religioso en Europa”, dirigida por el Catedrático José Ramón Montero.