El fenómeno de la inmigración ha generado un panorama de cambios sociales vinculados a la misma que ha demandado la articulación de éstas políticas desde un carácter integral y transversal, sustentadas en el máximo nivel de consenso del mayor número de actores políticos y sociales y a su vez, orientadas a favorecer la eficacia y continuidad de las actuaciones públicas. La crisis económica ha reorientado la actuación política hacia una reforma del mercado laboral y una consecuente nueva política pública de inmigración. El actual subsistema de formación profesional para el empleo se considera en esta nueva política pública como un instrumento estratégico para superar la crisis y hace que se implementen desde las diferentes administraciones y ámbitos políticos, importantes transformaciones organizativas en el desarrollo de la política migratoria. Las Administraciones Públicas como protagonistas del cambio y del liderazgo organizacional y político ve necesario el intercambio de datos y puesta en común de información y conocimiento con el resto de entidades (Interoperabilidad) ello implica un avance en la mejora y/ o creación de estructuras compartidas que faciliten la tramitación telemática, requisito indispensable en la sociedad de la información. La sociedad del conocimiento no puede prescindir de la política, necesita mucho liderazgo, esta sociedad del conocimiento y del entendimiento global, es una sociedad que está creando red de redes de formación y empleo, también en el fenómeno migratorio.