El número de puestos disponibles es crucial para distribuir las candidaturas electorales (véase Alozie y Manganaro, 1993). Del mismo modo, la probabilidad de nombrar más o menos mujeres puede estar relacionada con el número de sitios disponibles en el gobierno (ministerios). Por tanto, la diversidad del gobierno se puede ver minada en gobiernos pequeños, de esta manera, los individuos de grupos que tradicionalmente han sido excluidos del ejecutivo, como las mujeres, pueden tener menos oportunidades de ser nombrados. Al parecer, las coaliciones siguen la misma lógica: cuando el partido mayoritario negocia los puestos del ministerio con otros socios para la estabilidad del gobierno, la competencia intra-partidaria por los puestos disponibles se agudiza (Ceron 2012, Flescher y Seyfied 2013), pudiendo aumentar así la probabilidad de nombrar hombres. Bajo gobiernos de un solo partido, en cambio, el partido puede ocupar todos los puestos del gabinete, diversificando potencialmente los perfiles de los designados. Partiendo de esta literatura, el objetivo de este estudio es analizar la composición de los ejecutivos en los gobiernos de coalición, tanto en el porcentaje de mujeres ministras seleccionadas en el gobierno, como su distribución en las diferentes carteras. El estudio se llevará a cabo a nivel regional, de esta manera se tendrá la oportunidad de examinar el efecto de los gobiernos de coalición mientras se mantiene constante el nivel social e institucional. Los estudios anteriores muestran resultados mixtos porque comparan diferentes sistemas de gobierno (sistemas parlamentarios y presidenciales) (Claveria 2014). Esto se estudiará longitudinalmente examinando una base de datos original con información sobre la composición de todos los gobiernos regionales españoles de 1980 a 2015.