La polarización afectiva, que con altos niveles puede deteriorar la cohesión social, podría estar relacionada con el uso de redes sociales (p.ej., Hobolt et al. 2023). Así lo apunta la literatura especializada, que sugiere que tanto las cámaras de eco como la exposición a ideas contrarias polarizan afectivamente a los usuarios (Tucker et al. 2018). Sin embargo, no existe un consenso cerrado sobre cuáles son los efectos del uso de redes sociales en la polarización afectiva. También existe evidencia de que la exposición a ideas disidentes ejerce el efecto contrario y reducen los niveles de polarización de los usuarios (Barberá 2014). Además, se sabe que el uso de redes sociales y sus efectos tienen un claro componente de género. Resumiendo, las experiencias en redes sociales de hombres y mujeres son muy diferentes de acuerdo con la literatura, con consecuencias claramente más hostiles para las usuarias de redes sociales (Demirhan y Cakir-Demirhan 2014; Eckert 2018).

¿Cuál es, entonces, el efecto del uso de redes sociales en la polarización afectiva de los españoles? ¿Afecta de forma distinta a las mujeres?

Para este estudio hemos utilizado la base de datos TRI-POL (Mariano Torcal y otros, UPF), para analizar si el uso de redes sociales, así como la exposición a ideas afines y contrarias a las propias, tienen efectos sobre la polarización afectiva de los usuarios. La estructura panel permitirá, cuando esté completada, resolver el siempre problemático problema de endogeneidad que suele existir entre medios de comunicación y actitudes políticas. Asimismo, hemos analizado los diferentes efectos de las redes sociales en hombres y mujeres. Nuestra principal aportación es que tanto la exposición a cámaras de eco como a ideas contrarias tienen efectos polarizantes, aunque la primera tiene un efecto sensiblemente mayor en la polarización afectiva. Por último, observamos que las mujeres tienden a polarizarse más que los hombres, especialmente cuando están expuestas a cámaras de eco en las redes sociales, lo que lleva a pensar que las mujeres buscan más espacios de seguridad en las que compartir experiencias y no tanto donde contraponer visiones distintas del mundo.