En los últimos años, la tensión y la confrontación parece haberse instalado en la vida política, dando lugar a la polarización de los sistemas políticos. Una dinámica global que también ha afectado a nuestro país. La repetición de elecciones, el desafío del procés y la proposición de una ley de amnistía, la aparición de nuevas fuerzas políticas, entre las que se encuentra el surgimiento de la extrema derecha, la formación de gobiernos de coalición en España, entre otros factores, han revelado un clima de crispación dentro y fuera de las instituciones. Aunque el concepto de polarización no es nuevo en la ciencia política, sigue abierto el debate sobre los diferentes tipos de polarización, ideológica o afectiva, y sobre cómo se operacionalizan dichos fenómenos, en particular, la discusión que se refiere al componente afectivo. Tradicionalmente, el concepto de polarización afectiva ha quedado relegado a la medición de las actitudes, en lugar de circunscribirse al componente emocional. No obstante, más allá de la definición y operacionalización de la polarización afectiva, cabe indagar en el componente emocional presente en la construcción del relato de los actores políticos y en la construcción de la identidad o el sentido de pertenencia al grupo, así como analizar las emociones que los ciudadanos sienten hacia los grupos contrarios, los partidos y los líderes, en tiempos de polarización. El objetivo principal de este grupo de trabajo es profundizar en la investigación sobre las emociones y el papel que juegan en la política, más concretamente en momentos de polarización, en los que dicho componente afectivo cobra una especial importancia en la construcción del relato y de las percepciones políticas.